¿Qué es el enamoramiento?
El enamoramiento no es más que una ilusión, una percepción de que el otro tiene todo aquello de lo que carecemos y nos hace falta.
Los primeros «autoengaños»
Ya desde el primer instante en el que una pareja se enamora aparecen los primeros «autoengaños».
Por ejemplo: Juan ve en María una persona enérgica, entusiasta, que le dará vida y María ve en Juan a una persona tranquila, sosegada, que le dará paz. Con el paso del tiempo uno se da cuenta de que la vida o la paz la tiene que buscar uno en sí mismo y se sorprende al observar cómo las cosas que uno valora inicialmente en el que será su pareja son las cosas de las que uno se queja cuando la pareja lleva 40 años juntos (María pasa a ser una histérica y Juan un aburrido con gran facilidad).
La reestructuración
Una vez pasada la etapa del enamoramiento, esa «enajenación mental» que por pura supervivencia del individuo y de la especie dura poco tiempo (porque uno deja de comer, dormir y pensar…) para que la relación siga adelante buscamos cada uno de los mitos que permitirán que la pareja continúe y que deberemos reestructurar en cada cambio del ciclo vital de la pareja.
Bueno, María es un poco nerviosa, pero tiene mucha iniciativa y está muy implicada conmigo y con mis historias. La verdad es que Juan no es la alegría de la huerta pero tiene la cabeza amueblada y podría ser un buen padre.
Hasta aquí, todos estos artificios son normales e incluso necesarios para la formación de la pareja, su consolidación, la crianza de los hijos, etc. Sin embargo, existen otros mitos y trampas que sí son peligrosos, los mitos del amor romántico.
Los mitos del amor romántico
Existe en el imaginario colectivo de nuestra cultura una idea lo que es el amor y las relaciones de pareja.
Desafortunadamente, todavía a día de hoy, y a pesar de los constantes casos de maltrato entre parejas y las múltiples acciones preventivas y de educación en igualdad, muchos de los mitos que conforman el fondo de esta problemática siguen vigentes. Ideas como “el amor todo lo puede”, “cambiará por mí o yo haré que cambie”, “el amor es lo más importante y merece la entrega total”, “somos uno”, “los polos opuestos se complementan”, “hay un solo amor verdadero”, “los celos son muestra de amor”, etc. reflejan unas creencias que dirigirán nuestras relaciones.
Las creencias
Las creencias son las ideas que sirven de base para nuestros pensamientos, elecciones y conductas. Por tanto, una persona que rija su vida de pareja con estos parámetros, verá condicionado por ellos tanto la elección de la pareja, como el tipo de relación que establezca con ella, como las normas y valores que conformen, como, finalmente cada una de las conductas con la pareja (cómo nos relacionamos con ella, le hablamos, discutimos, qué cosas permitimos, qué cosas exigimos, de qué cosas nos desprendemos, qué cantidad de intimidad preservamos, qué posición ocupa la pareja en cada decisión que tomamos, qué posición ocupo yo, dónde quedan el resto de mis relaciones, mis gustos… son sólo algunos ejemplos).
¿El amor todo lo puede?
Si pienso que el amor todo lo puede, qué no voy a tolerar por amor. Si creo que cambiará por mí, hasta cuándo puedo esperar a que ese cambio, que además el otro promete, se dé. Si siento que el amor es lo más importante, qué no voy a dejar por él. Si pienso que somos uno, cómo no voy a perder mi intimidad y cómo me voy a separar, pase lo que pase. Si creo que los polos opuestos se complementan, qué cosas que van en contra de mis valores y mi forma de pensar no aguantaré. Si pienso que sólo hay un amor verdadero y que lo tengo cómo voy a soltarlo. Si siento que los celos son una muestra de amor, cómo no voy a aguantarlos impliquen lo que implique.
Los mitos del amor romántico son tan peligrosos porque…
1º Son falsos.
2º Y rígidos.
Si a pesar de ser falsos fueran flexibles —si pudiéramos hacer con ellos como con los primeros mitos que vimos, los de Juan y María, cambiarlos cuando vemos que no sirven— no supondrían un peligro, sin embargo, el justificar cualquier cosa para mantener el mito, es peligroso.
3º porque crean relaciones asimétricas (en el que uno disculpa sus acciones y busca comprensión en base a los mitos y el otro siempre tiene que tolerar y aguantar en pro de estos).
4º Además, el daño que generan en las personas implicadas va creciendo de forma indetectable para las personas implicadas, generando conflictos.
Tipos de conflictos
– Cognitivos (sensación de locura, de no saber cómo interpretar las cosas, de no saber cuándo hago bien o mal…).
– Emocionales (estados ansiosos y depresivos, desesperanza, miedo…).
– Personales (mal autoconcepto, pérdida de la intimidad y de los rasgos característicos de la propia identidad…).
– Sociales (aislando a las personas implicadas), erradicando las herramientas que esa persona tenía originalmente para hacer frente a una situación como esta.
Otra forma de amor
Existen otro tipo de relaciones de pareja, otra forma de entender el amor romántico, una forma de querer bien (a uno mismo y al otro), basados en el respeto, la admiración, el apoyo mutuo, la libertad y la igualdad, esta es la creencia que subyace las relaciones de pareja saludables. A esta forma, más sana y madura de amor, es a la que se debería aspirar.